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Desde el comienzo de mi blog he querido dedicar un post a la Endometriosis y su relación con la fertilidad. Las razones para mí son obvias; me he visto implicada a nivel personal; considero importante dar voz a esta manifestación, que cursa con gran incidencia en las mujeres (según los datos que he recogido tras entrevistar a expertas en endometriosis, su alcance es de aproximadamente 1 de cada 10 mujeres); actualmente se desconocen las causas que la generan. Todo ello, provoca en mi la necesidad de dedicar un espacio a la Endometriosis.

 ¿Qué es la endometriosis?

Es la existencia de tejido endometrial en otras zonas distintas a la cavidad uterina, alojándose fuera de su lugar. El tejido coloniza otros espacios, estructuras u órganos como ovarios, trompas, vejiga, intestino, riñones…

Su origen es multifactorial y al no existir causas específicas, lleva a muchas mujeres a padecer los síntomas y a sufrir las consecuencias del desconocimiento.

La primera vez que escuché la palabra endometriosis fue en una consulta de ginecología, posterior a la visita a urgencias, con motivo de un dolor muy profundo en el vientre, un dolor tan fuerte que me hizo perder las fuerzas y desfallecer. Recuerdo el sudor frío, el abdomen hinchado, las náuseas…

Me considero una persona con bastante resistencia al dolor, pero en esa ocasión me superó. Solía tener pinchazos en la zona de úteros y ovarios y sangrar durante todo el ciclo. Me decían que tenía quistes y pólipos. Ese fue otro de los motivos por los que decidí tomar acción.

Mi cuerpo me estaba hablando, lo hacía todo el tiempo, pero no sabía escucharlo.

No me identifico con la endometriosis, sencillamente porque cuando te identificas con algo, ese algo crece en ti, dentro y fuera. En mi caso, he ido aprendiendo por el camino hasta el punto de autorregularme sola. He ido experimentando terapias y aplicado cambios en mi estilo de vida, en mi alimentación, cambios en mis creencias y en mis sentimientos, hasta que mi cuerpo sencillamente, ha dejado de manifestar los síntomas que cursaban tan dolorosos y persistentes.

“Cuando te identificas con algo,

ese algo crece en ti”

¿Significa esto que jamás volverán los síntomas? La verdad es que no lo sé, pero tampoco me preocupa porque intento vivir en el presente y el miedo no es un buen aliado.

Puede que muchas penséis que me despreocupo o que soy irresponsable, puede que otras me leáis con otra mirada. Y sea como sea es perfecto porque no pretendo convencerte, solamente contarte desde mi experiencia, mi visión de la endometriosis y algunas recomendaciones para aquellas personas con endometriosis, para ti por si te sirve. Pero si no es así, deséchalo.

Cuando me diagnosticaron endometriosis me derrumbé, me invadió el miedo hasta que salí a la calle, tomé aire y respiré. Ahí, sentada en un banco me hice las siguientes preguntas:

  • ¿Qué sentido biológico tiene este síntoma?
  • ¿Cuál es el conflicto?
  • ¿Para qué crece tejido de endometrio fuera de su lugar?
  • ¿Para qué la endometriosis es una solución?

Y ahí comenzó la endometriosis como camino hacia el ser madre (de eso hablo un poco más en el libro que estoy escribiendo para mujeres con dificultades de quedarse embarazadas y que por cierto pretendo publicar este año).

Cuando manifiesto un síntoma sea de la índole que sea, lo contemplo desde todas las dimensiones que conozco. Es decir, como somos mucho más que un cuerpo físico, observo la relación de ese síntoma con los cuerpos físico, emocional, mental y espiritual. Todo está interrelacionado. De este modo, si por ejemplo me duele la cadera derecha, observo la función que tiene a nivel físico y su relación con las emociones y las creencias e incluso a veces voy un poco más lejos y observo los bloqueos energéticos y las memorias familiares, depende del caso concreto y de lo que requiera.

En occidente se acostumbra a tratar los síntomas por separado y el propio cuerpo físico se contempla como sistemas separados. La separación hace que nos alejemos de la realidad. En mi opinión, la visión debe de ampliarse mucho más allá de lo que nos cuentan, si queremos acercarnos a la verdad que hay en cada ser humano.

«La separación hace que nos alejemos de la realidad».

Si tienes endometriosis, puede que te cuenten o veas muchas cosas, pero no todas son ciertas. No es cierto que la endometriosis cause infertilidad, no se ha demostrado. Lo que sí es cierto es que puede dificultarte un poco el camino, porque según dónde se aloje el tejido, puede obstruir trompas, inflamar el endometrio o bloquear el normal funcionamiento de los ovarios.

Bien, volviendo a lo que nos atañe…

¿Con qué conflictos emocionales se puede asociar la Endometriosis?

# Conflicto 1: La casa que habitas no es la adecuada para formar un nido.

Principalmente decirte que el útero es la primera casa. Por tanto, si el tejido endometrial se aloja fuera, puede significar que la casa donde vives no es la adecuada, o bien las personas con las que vives o la familia o pareja, por tanto ese tejido, se va fuera porque tu inconsciente aporta esa solución, generando una especie de “útero” extra.

# Conflicto 2: Miedo (a tener hijos en el útero, miedo al parto o a concebir un hijo) por memorias familiares dolorosas, como por ejemplo, abortos o muertes de niños prematuras.

# Conflicto 3: Miedo a traer un hijo en este mundo porque resulta peligroso. Se rechaza el mundo en el que se vive.

# Conflicto 4: Miedo a traer un hijo a una familia rota, separada, dividida o disfuncional.

# Conflicto 5: Conflicto de pérdida (sobre todo en el caso de los endometriomas en los ovarios, comúnmente conocidos como “quistes de chocolate”).

# Conflicto 6: Rechazo inconsciente a la maternidad o la creencia de no poder desempeñar el papel de madre.

# Conflicto 7: Conflicto en relación a lo femenino por memorias de abuso.

# Conflicto 8: Conflicto de separación con el propio cuerpo que habitas, con tu útero y tus órganos sexuales.

Es importante también ser conscientes de que el útero posee memorias de todo lo vivido por las mujeres de tu clan, por tanto, puede que no se trate solo de ti, y que tu útero te hable para que lo escuches y que así lo habites desde otro lugar, habiéndote reconciliado con el pasado y con tus ancestros.

La vida está en continuo movimiento, así como la biología también es cambiante. El sentido biológico de los síntomas, la relación con las emociones, puede ir ampliándose porque también es cambiante.

Lo que te cuento aquí es una mezcla de cosas que estudié, algunas que encontré por el camino y otras que sumé, todas ellas validadas por mi propia experiencia en relación a la endometriosis.

Y, ahora bien…

¿Qué puedes hacer si tienes endometriosis?

Dado que se desconocen las causas y que los tratamientos no hacen que desaparezca la endometriosis, puede que te den opciones de medicación para el dolor, para mejorar tus síntomas o incluso necesites una intervención quirúrgica. Va a depender mucho de tu caso personal y de la valoración profesional.

Con este post, en ningún caso pretendo decirte que dejes los tratamientos médicos y tampoco pretendo quitar credibilidad a ningún profesional. Pero sí decirte que al fin y al cabo es tu cuerpo y tú decides.

“Es tu cuerpo y tú decides”

Lo que quiero es hacerte una invitación para que independientemente de los tratamientos médicos que recibas, amplíes un poco más tu mirada, ya que la endometriosis es aún muy desconocida y si la estás viviendo, tiene un sentido.

Para mejorar los síntomas, decirte que no todas las propuestas sirven a todas las mujeres con endometriosis por igual, pero te comparto algunas recomendaciones o sugerencias por si las quieres tener en cuenta a la hora de elegir qué hacer al respecto:

*En primer lugar, te invito a que habites tu cuerpo, a que lo escuches para tomar conciencia de lo que quiere decirte.

Puedes ayudarte de los conflictos antes descritos y si alguno de ellos resuena contigo, con tu historia, pueden ser pistas que te lleven a otro lugar.

*Realizar yoga y meditación para conectar contigo a otro nivel; reducir el nivel de estrés; el miedo y comenzar a escucharte. Además, se ha demostrado que tanto el yoga como la meditación reducen la inflamación (la endometriosis se considera una enfermedad inflamatoria entre otras cosas).

*Conectar con lo femenino y con tu poder creador. Puedes realizar actividades que te conecten a la tierra como tener un huerto o cuidar plantas, pintar cuadros, danzar o realizar cualquier otra actividad creativa donde puedas expresarte desde lo femenino, dando rienda suelta a tu parte femenina.

*Alimentación adecuada. Consumir alimentos que te ayuden a reducir la inflamación y evitar otros que la produzcan. No soy una especialista en nutrición, pero me he informado mucho al respecto. Te invito a que tú también lo hagas porque a muchas personas, no solo a mujeres con endometriosis, que también, les cambia la vida.

Dicen por ahí que somos lo que comemos y es cierto que tantos alimentos procesados y ultraprocesados tienen graves consecuencias para la salud a corto, medio o largo plazo.

*Informarte sobre los tóxicos ambientales que funcionan como disruptores endocrinos. Estamos rodeados de muchas sustancias tóxicas, presentes en el aire, en cosméticos, en detergentes, en alimentos, etc… Es tu responsabilidad conocer y a partir de ahí tomar las medidas que consideres oportunas.

Y por mi parte nada más que transmitirte un mensaje esperanzador, brindarte mi comprensión y apoyo y animarte a que te escuches y busques información.

Te invito a tomar las riendas de tu vida para así decidir por ti misma y recurrir a los profesionales que consideres libremente.

Si tras leer este post consideras que puedo ayudarte en tu proceso, no dudes en contactar conmigo para programar una cita.

No te creas nada de lo que escribo, siempre valora por ti misma y coge lo que resuena contigo.

Mis mejores deseos para ti en tu camino.

“Somos más que un cuerpo físico, que no te hagan ver lo contrario”.

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